lunes, 29 de junio de 2009

Para Afrodita

Lo sé.
Poso mi mano sobre tu piel, sobre ti, sobre el mundo que se me echa suavemente encima. Me inundas como si me cubrieran blandamente con una manta, envuelto en algodón. Dejo fluir los hilos de nuestras voluntades entre mis dedos y tus muslos, arremolinándonos en una respiración agitada que nos cubre y nos deja a nosotros dos el mundo. Bajo una manta.
Rozo con mis manos tu piel y tu alma, y subo y bajo, y vuelvo al lugar donde más placer pueda darte. Dicta así mi corazón encogido, como en un suspiro inacabado, conteniendo la respiración de sus latidos. Y subo reteniendo el deseo, como la bola de cristal con caballitos dentro. Y la nieve sube dentro de la bola, y vuelve a caer, mientras tintinean nuestros sentimientos, repicando unos contra otros, cascabeles de caballos en la bola de cristal con nieve dentro.
¡Chin chin! Brinda nuestro amor con un beso.
No me quites la fuente de tus labios, de la que bebo con infinita sed.
No me la quites.

1 comentario:

  1. Me gusta, y escucha, que eran las 5 de la mañana cuando estaba escribiendo eso. Crees que tengo imaginación a esas horas? xD

    ResponderEliminar